viernes, 23 de noviembre de 2007

Se viene la Navidad

En pocos días empezamos el tiempo de adviento y navidad. Siempre es tiempo de volver a la fuente y empezar a recapacitar, resignificar aquello que para muchos, “ya no tiene nada más que decir”.

Encontrarnos cerca de 2008 años después del evento que hizo cambiar totalmente a la humanidad, Dios mismo que se hizo ser humano, es algo que tendría que generar en todas las personas una inmensa alegría y un regocijo durante todo el año y toda nuestra vida.

Pareciera algo tan distante y que ya no tiene sentido, hablarle a los/as niños/as, a las familias y a la comunidad acerca del evento: el nacimiento del hijo de Dios en nuestro medio, de este verbo hecho carne.

Tan importante es para nuestra actualidad volver a resignificar, traer de vuelta el significado original de la Navidad. Si este evento del pasado aconteciera en nuestros días tendríamos que hacer un gran ejercicio para encontrar el lugar en dónde Jesús pudiera nacer.

El ejercicio es valido siempre y cuando lo hagamos en el sentido de encontrar en la realidad misma los lugares que hoy todavía, pasados 2000 años, tienen la precariedad de aquél pesebre, de los/as niños/as que nacen sin condiciones y muchas puertas le son cerradas a causa de ello.

Está en nosotros sacar la idea que Jesús está encerrado “en nuestro corazón” y que nos está llamando a esta realidad y a este mundo, que tanto necesita nuestro compromiso. Que bueno sería si pudiéramos, de esta forma, encontrar un nuevo sentido para la Navidad y a partir de él empezar a generar novedades en nuestra comunidad y en nuestra ciudad.

¿Qué tal si encontramos al niño Jesús en los ojos de alguna criatura sin las necesidades básicas satisfechas? Ó ¿en un/a niño/a que no tiene acceso a la salud y a la educación? Quizás esto cambie también nuestra forma de ser Iglesia y ser comunidad.

Pero señores pastores, ¿que es esto de hablar de un nuevo sentido de navidad? Si estamos muy bien así, ¿para qué hacernos pensar y empezar a cambiar las cosas que siempre estuvieron así? Mejor es pensar que Jesús está bien quietito en nuestro corazón y ¿para qué sacarlo de allí y ponerlo en lugares que no son agradables para nuestros ojos?

Podríamos hacer el ejercicio de empezar a pensar distinto pues esto nos ayuda a renovarnos y recapacitar nuestra operatividad como cristianos en respuesta a todo lo que Dios ha hecho por nosotros/as. Sería muy lindo si en algunos años pudiéramos decir que el comienzo del cambio de mentalidad (conversión) nos llevó a empezar un proceso que nos ha transformado completamente. Nuevos seres humanos somos pues hemos encontrado en este Espíritu Santo de Dios la fuerza para empezar este camino desafiador de la Fe en Cristo Jesús. El niño que ha nacido en nuestro medio nos llama a reconocerlo y nos plantea el desafío. Por ello nosotros somos invitados a empezar este proceso de transformación, interior, comunitaria y en toda la realidad circundante.

Quizás si empezamos pronto ya podamos sentir en esta navidad el cosquilleo del desafío para la nueva realidad, del cambio de nuestras vidas en búsqueda de sentido y servicio dentro de la perspectiva del Reino de Dios.

Que este Espíritu Santo de Dios entre en nuestros corazones y empiece a generar la inquietud de la búsqueda, del desafío y de la satisfacción de poder empezar este camino tan lindo de seguir a Cristo. Un Cristo que nos llama desde la inocencia de aquél niño nacido en el pesebre de los excluidos para una inclusión en un nuevo mundo, una nueva tierra posible y mejor de ser vivida para todos y todas.


La bendición de nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes hoy y siempre.

martes, 20 de noviembre de 2007

Estructuras de pensamiento o pensamientos estructurados

En el desarrollo de la tarea cotidiana uno empieza a conocer y a identificar ciertas estructuras de pensamiento que nos definen como comunidad y también como cristianos. Es algo muy interesante analizar las estructuras de pensamiento importadas de ideologías y también de otras religiones asumidas como parte del sitz in leben de muchas comunidades, familias y personas.

Quizás podríamos empezar a generar formas distintas de pensar, o sea, desestructurar los pensamientos internalizados como estructuras fijas y estanques pues las mismas nos tienen aprisionados y muchas veces no permiten vislumbrar el contexto y la realidad de forma distinta.

Es muy importante para aquellos/as que han recibido una formación teológica basada en métodos “científicos” pasar la misma por otras ópticas y empezar a repensar las construcciones de discurso y de interpretación de la realidad. Hablando desde el llano podríamos hacer la analogía con un juego de cartas: barajar y repartir de nuevo pero con otro tipo de cartas y con un juego generador de nuevas incógnitas.

Desde el cristianismo podríamos decir que este tipo de desestructuración y reconstrucción creativa de las formas de pensar podrían ser llamadas de conversión. Es a esta metanóia (este cambio de mentalidad), a este cambio de estructuras de pensamiento que somos llamados/as todos los días. Quizás la forma de leer la realidad hecha por Martín Lutero hacen ya más de 400 años hoy tendrían que ser resignificadas y repensadas en nuestras comunidades eclesiales. También nuestras formas celebrativas y cúlticas podrían pasar por esta conversión y generar así una metanóia constante en nuestro quehacer como comunidades insertas en un mundo lleno de cambios.

Para los que estamos acostumbrados a la vorágine informática podríamos llegar a hacer la relación entre dos lógicas y formas distintas de hacer lo mismo, la estructura monolítica y corporativa del sistema operativo windows y la propuesta comunitaria de generación (entre todos) del sistema linux. Se podrían comparar estas dos formas de trabajo como espejos de nuestras comunidades (aunque todas las comparaciones tienen muchos límites pueden develar la estructura de pensamiento también teológica por detrás de las mismas, pueden verla de forma más concreta en http://www.kriptopolis.org/por-que-abandone-gnu-linux), y el interés demostrado por cada uno de nosotros en debatir las prácticas y formas de trabajo “tradicional” en nuestro medio luterano.

La cuestión principal, a mi modo de ver, tiene que ver con los conceptos de verdad y libertad ya ultrapasados y caducados por esta realidad en la cual vivimos. Las formas de construir e interpretar la realidad desarrolladas por los/as jóvenes en la actualidad nos hacen ver que ya estamos quedando para tras. El concepto de grupo y de comunidad para ellos ya es totalmente distinto pues los condicionantes que teníamos nosotros hace no mucho también eran muy diferentes; las cuestiones de afinidad por interés y el pragmatismo son bastante fuertes pero también la motivación por actividades solidarias y comunitarias hacen lo suyo.

Es muy difícil para nosotros/as, los/as “profesionales de la teología”, recuperar el nuestro ímpetu e impulsos que hemos perdido a lo largo de los años para hacer de nuevo el ejercicio y el cambio que se nos plantea. Cada día más se nos encuentra tentados a huir de una realidad que ya no entendemos más pues no la dominamos como antaño y recluirnos en un espiritualismo místico desconectado del mundo para así generar un espacio en dónde estamos seguros. Muchos/as estamos acostumbrados/as a incentivar a que las personas piensen y razonen (pero siempre dentro de los parámetros que nos mantienen cómodos – la vaca pasta hasta dónde alcanza la soga), pero cuando se nos subvierten estas estructuras de pensamiento, el teológico también, se nos encuentra retenidos en un ultraconservadurismo que hasta nosotros/as mismos/as tenemos muy en claro y lo hemos criticado muy fuertemente.

Abrir las puertas y ventanas de nuestras estructuras de pensamiento y a partir de allí encontrarnos nuevamente “perdidos” en el mundo y en la realidad creo que es el primer ejercicio para así encontrar a este Cristo que intenta cambiar el mundo y la realidad siempre invitándonos a “reconfigurarnos”.

Hay un roquero brasileño que había hecho una música y en ella había una expresión que siempre me llamó mucho la atención y para terminar la comparto:

“No piensa, no piensa, no piensa… hicieron un agujero en tu cabeza.”

Paz y bien para todos/as.

jueves, 8 de noviembre de 2007

La resurrección – tema candente en nuestra actualidad

Es muy interesante ver en este texto la reflexión que hace Jesús en cuanto al planteo de los saduceos (que sostenían que no había resurrección). Desde el ámbito de la lógica del casamiento hebreo el planteo está perfecto y a partir de allí Jesús les contesta mostrándonos, así, que la promesa del Reino de Dios y de la resurrección está afuera de las lógicas que nosotros, los seres humanos en nuestra realidad pecadora, podamos concebir.

No tiene una explicación dentro de nuestra lógica pues esta promesa de resurrección y del Reino de Dios instaurado en el medio nuestro transforma toda nuestra lógica y realidad y estaremos, entonces, dentro de un ámbito totalmente distinto y que, seguramente, no podremos explicar. ¿No es bueno esto?

Acá se presenta el gran problema: Si nosotros no lo podemos explicar de acuerdo con NUESTRA lógica (como los saduceos), se nos complica la situación.

- ¿Quiénes de nosotros estaríamos dispuestos a entregar nuestro futuro en manos de una propuesta que no conocemos y no la podemos razonar ni explicar de acuerdo a las construcciones lógicas, intelectuales y racionales que hay en nuestro medio?


- ¿Quiénes de nosotros no tenemos nuestras preguntas en cuanto a lo que quiere decir “en serio” la palabra de Dios y todo esto de la promesa de la resurrección?


- Cuantas veces nos encontramos en el culto y escuchamos que Cristo va a venir de nuevo y/o decimos en el credo que va a venir a juzgar a los vivos y a los muertos y ¿lo hacemos de forma automática? Sin siquiera darnos cuenta que este es el principio fundamental de la Fe Cristiana.


El parámetro marcado por Jesús a los saduceos (Lucas 20:27-38) hace una gran diferencia entre el creer en la propuesta Cristiana o no, puesto que si tenemos bien en claro que esta resurrección será hecha a partir del juicio final y, como decía Martín Lutero – “dónde y cuándo Dios lo quiera”.

La fe de Job y también el llamado a los Tesalonicenses nos hacen pensar que muchas veces tendríamos que tener más ganas de alentarnos con las palabras de la promesa de la resurrección y empezar a dejar de explicar tanto para así fomentar una fe con más fortaleza y seguridad en este Cristo que ha resucitado y nos marcó el camino.
No es para menos que todos los días aparecen muchas propuestas que no tienen que ver con Cristo y que prometen muchas “seguridades” y “certezas” que están más fundamentadas en la lógica humana y pecadora que en la misma palabra de Dios.

El Dios de Cristo es un Dios de vivos que promete más vida y de la mejor forma posible, tenemos que empezar a dejar las ataduras de nuestros pensamientos conectados con las propuestas de la muerte y la muerte misma, para así empezar, a partir de la fe en la resurrección, construir justicia, paz y contribuir para una sociedad más digna en este tiempo del mientras tanto venga el Señor.


Y como decía Job: (Job 19:23-27ª)
Yo sé que mi Defensor está vivo, y que él, el último, se levantará sobre el polvo. Tras mi despertar me alzará junto a él, y con mi propia carne veré a Dios. Yo, sí, yo mismo le veré, mis ojos le mirarán, no ningún otro.



Que la paz de nuestro Señor Jesucristo sea con Uds. ahora y siempre amén.

miércoles, 24 de octubre de 2007

El que es más grande, que se comporte como el menor, y el que gobierna, como un servidor… (Lucas 22.26)

En esta semana nos toca como nación elegir a un servidor que trabaje con y para toda la sociedad.

En estos últimos días mirando las calles de nuestras ciudades uno puedo ver que hay muchos que están buscando y proponiéndose para el cargo político más importante del país, província y municipalidad. La pregunta que nos toca hacer como cristianos es: ¿Si las postulaciones tienen que ver con el mandato de Cristo “El que es más grande, que se comporte como el menor, y el que gobierna, como un servidor” ó con búsquedas de herramientas que permitan hacer crecer su grupo político y/o partidario?

Podríamos describir un sinnúmero de situaciones y comparaciones en torno de varias posturas de formas y posibilidades de gobierno que encontramos en la actualidad pero desde el llano nos damos cuenta que hasta el día de hoy nadie se ha propuesto para ser un servidor de la sociedad. Todos se proponen para GOBERNAR, para solucionar TODOS LOS MALES que nos aquejan.

Todos quienes somos parte de alguna comunidad cristiana, independientemente de su confesionalidad, tendríamos que hacer un examen de conciencia y preguntarnos si hemos apoyado en nuestra historia a personas con propuestas de servicio o de búsqueda de poder.

Les cuento una pequeña historia:
Una persona, después de ser bautizada, pasa por algunas pruebas muy grandes:
Estaba ya hace mucho tiempo hambrienta y le hacen la proposición de que si ella apoyara a cierta propuesta podría tener el alimento diario para sí y su familia, pues milagrosamente se le convertirían las perspectivas sociales angustiantes que vivía en pan (choripán) y tendría el alimento necesario. También le hace la proposición de que si apoyara tal propuesta le darían mucho poder y también, por que no, un puesto en algún estamento de la sociedad en donde no necesitaría trabajar y solamente cobrar.

Pero aquella persona no accedió a tales absurdas propuestas y en otro momento de su vida hizo un ejercício de lo que ella sí creía que era viable y saludable. Estaba reunida con mucha gente que la acompañaba y le dicen en un momento que no había suficiente alimento para todos los que allí se encontraban, pero ella no creyó, pues miraba todos los campos plantados y sabía que no podría ser así. Sabía que aquél país producía mucho más de lo que podría consumir y entonces dijo: júntense de 100 en 100, después de 50 en 50 y después de 10 en 10 y entonces compartan lo que cada uno trae. Y pasó que sobraron unos cuantos canastos llenos de panes y pescados.
Podríamos decír que la propuesta de aquella persona suena a inocente y a incoherente pero sería interesante analizar a aquellos que se postulan a un puesto de SERVIDOR de la sociedad, si en su vida se han acercado o se han alejado de tal postura. Por más que le sea atractiva una propuesta de gestión del país, siempre piense hasta dónde lo incluye a Ud. esta propuesta y hasta dónde trabaja con fundamentos sólidos e históricamente fundamentados de una equidad en la toma de decisiones.

A todos los que tienen que buscar y decidir nuestras perspectivas de futuro quisiera llamarles la atención sobre solamente un elemento:

El único a quién podemos ciertamente creer y tener la seguridad de que va a cumplir su promesa es a Jesucristo. Todas las personas que se postulan a ser SERVIDORES nuestros no le debemos ni podemos CREER. Ellas tienen, con su trabajo, corroborar sus intenciones y nosotros como ciudadanos debemos comprometernos (también con el sufragio) a fiscalizarlos y acompañarlos en el desarrollo de sus funciones.

No sea que dejemos a nuestros SERVIDORES la posibilidad de que hagan que nosotros estemos a su servicio y que nos obliguen a tener una sociedad sin posibilidad de educación, salud, infraestructura, políticas agrarias justas y coherentes, elementos de control de los servicios públicos, entre otras situaciones que nos COMPROMETEMOS a hacer funcionar.

miércoles, 17 de octubre de 2007

¡Jesús nos llama! – ¡Nosotros no escuchamos!

Cuando Jesús llama a Simón, Andrés, Santiago y Juan, que eran pescadores, a ser “pescadores de seres humanos” hace un cambio esencial en la vida de aquellos. Es el accionar de Jesús que genera una nueva posibilidad y los mismos salen, entonces, a “pescar seres humanos”.

Aquel llamado hecho a casi 2000 años es muy válido en el día de hoy. Es realmente importante la posibilidad de aquellos cuatro muchachos, que dejaron a sus familias y se fueron con Jesús en búsqueda de otro camino para sus vidas.
Dejaron la seguridad de sus familias, la seguridad de su trabajo y lo siguieron. No le preguntaron primero para qué lado iban, qué harían, cómo lo harían, con qué recursos lo harían?.

Esta es la propuesta de Jesús para con nosotros en este día. No le dijeron a Jesús: Aguarda un ratito para que deje todas las cosas arregladas y mis negocios encaminados. Lo podrían haber hecho!

Hagamos un pequeño ejercicio:
- Imaginémonos en la situación de aquellos cuatro muchachos e imaginemos todas las preguntas que le haríamos a Jesús antes de pensar en seguirlo. ¡Ojo! Antes de PENSAR. ¿Estaríamos realmente preparados para seguirlo así de una? Habría algunas posibilidades para nosotros:



  1. Hacer una propuesta a medias: Seguiríamos a Jesús
    pero dejaríamos nuestras cosas bien preparadas. Pues no sea el caso que
    nos quedemos totalmente sin posibilidad de retornar.

  2. Hacer una propuesta de 25%: No lo seguiríamos pero
    le daríamos suficiente apoyo logístico para que Él siguiera su camino y su
    obra. Así no descuidamos nuestra vida y mal que bien contribuimos.

  3. Seríamos simpatizantes: Si realmente nos sirviera
    el resultado de su trabajo y su predicación adherimos a su movimiento. Así
    si Él es ganador nosotros también, si Él es perdedor a nosotros no nos
    afecta.

  4. Que pase de largo pues a mi no me afecta seguirlo o
    no. Total de mi vida me hago cargo yo. Si pierde o gana no me interesa
    para nada.


¿En cuál de las cuatro situaciones nos encontramos?

Si realmente podemos encontrarnos en una de las tres primeras posibilidades sería realmente bueno, ¿no? La cuarta no podría ser la opción de ningún cristiano, ¿cierto?
¿No tenemos una realidad bastante complicada ya, llena de gente que piensa en el bien común pero siempre dentro de la primer propuesta? Contribuimos con las necesidades sociales pero siempre y cuándo no nos afecte demasiado, de acuerdo con la segunda propuesta. Nuestra sociedad tiene tantas dificultades porque enseña que todo tiene que redituarnos algo y que necesitamos estar con los “ganadores”, de acuerdo con la tercer propuesta.

El planteo que hace Jesús para que seamos pescadores de seres humanos; tiene que ver en cómo nosotros nos comprometemos a ayudarlo a sacar muchas personas de una calidad de vida comprometida: por la inequidad distributiva; por el uso indiscriminado de agroquímicos; por una salud y educación desestructuradas y otros síntomas de nuestras opciones como Cristianos en la sociedad. ¿O todavía muchos piensan que ser cristiano solamente se “ejerce” una o dos horas semanales? Y, por favor, no nos preguntemos qué tendríamos que hacer para “pescar” con Cristo. ¡Empecemos nomás!

jueves, 11 de octubre de 2007

La verdad os hará libres

«Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.» Juan 8:32


Parece que desde niños/as somos invitados a la tentación de estar aprisionados por la mentira y por la falta de la verdad. Muchos filósofos y teóricos del pensamiento, modernos y postmodernos, dicen que el concepto de “verdad” como algo absoluto y total no existe. Jesús decía que nos mantuviéramos en su palabra y así conoceríamos la verdad y esta verdad nos haría libres. Es otro tipo de construcción de la verdad, algo universal sin tintes de absolutismo y de totalitarismo.

Hoy por hoy esta búsqueda de la verdad teniendo como base las enseñanzas de Jesús y también el testimonio bíblico se encuentra cada vez más truncada pues son muchas las “verdades” que se encuentran en nuestro medio. Incluso en el ámbito cristiano podríamos decir que hay muchas formas de acercarse a la misma palabra de Dios (la Bíblia). Algunos lo hacen de forma literal (lo que dice el texto se hace y se cumple – no importa lo que dice, pero así está escrito y listo), otros en forma contextual e interpretativa (que puede decir este texto elaborado en aquél contexto, para nuestros días hoy), lo que es más coherente con el sentido dinámico de la acción de Dios en la vida y en el mundo.

Dentro de este sentido de la verdad de la palabra de Dios, interpretada y encaminada dentro de una propuesta comunitaria, podemos empezar a encontrar este sentido, o mejor, el sentido de la libertad. Una libertad construida y compartida a partir de la palabra transformadora de Dios. Este Dios que nos hizo libres y que con la caída nuestra, del ser humano, nos hemos puestos prisioneros de la falta de la verdad divina.

Así que dentro de todo lo que se nos presenta en la realidad lo que nos puede acercar a esta verdad que genera en nosotros libertad es exactamente este ámbito de reforzar a la comunidad y a los proyectos participativos hechos en este espíritu. Y allí, creemos, está la clave del cambio y de la transformación puesto que es mucho más difícil hacer las cosas de forma acordada, participando todos/as y escuchando a todas las opiniones y formas de abordar a la problemática. El ámbito autoritario y absoluto de ciertas verdades (con las cuales convivimos a diario y también las reproducimos en nuestras formas de trabajo) necesitan ser deconstruidos para así encontrarnos con aquella libertad anhelada.

A partir de ello podríamos decir que la libertad generada por la verdad en Cristo de ninguna manera es compatible con las libertades neoliberales en dónde prima un sentido de competición <> competencia entre iguales <> diferentes y una forma bastante fragmentada e individual de acercarse a la realidad. Lo increíble de todo esto es que muchas corporaciones neoliberales usan las metodologías participativas y de construcción colectiva, para la búsqueda de la ganancia (lucro) mientras que muchas comunidades eclesiales cristianas usan metodologías autoritarias, no inclusivas (más bien exclusivas – si hablamos de las etnias, por ejemplo) y muy poco democráticas. Las fuerzas centrífugas de las verdades absolutas generan descartes de personas y expulsión de aquellos que piensan diferente, las fuerzas centrípetas (como tendría que ser el mensaje cristiano) incluyen y construyen a partir de los sentidos diferentes para allí generar un ámbito comunitario transformador.

El hábito no hace el monje dice el dicho, pero como toda metáfora o dicho tiene su limitación podríamos decir que a un monje desnudo nadie lo escucharía. Así que quizás tendríamos que empezar a rever muchos de nuestros “hábitos” para empezar a alcanzar cada vez más y más personas con la fuerza transformadora de la palabra de Dios.

Que nuestro buen Dios y señor nos de su fuerza para así empezar a generar comunidades cada vez más comprometidas con esta verdad que construye libertad. Parafraseando un roquero que decía “falta de cultura para escupir en la estructura”, podríamos decir que a nosotros nos falta un poco de fuerza para encontrar la veta que nos ayude a liberarnos de estos métodos que están atados a las dinámicas del poder que va en contra de la verdad divina y cristiana.

miércoles, 10 de octubre de 2007

La mentira - A mentira

Salmo 58:4 "extraviados desde el vientre los que dicen mentira", Proverbios 14:5 Testigo veraz no miente, testigo falso respira mentiras. Proverbios 19:9 el que profiere mentiras perecerá. Si 20:24 Gran baldón para un hombre la mentira en boca de ignorantes repetida.


Esta palavra aparece 88 vezes no texto bíblico e na maior parte destas vezes aparece como amostra da falta de inteligencia e do aprisionamento e da condena daqueles que proferem alguma palavra que tenha que ver com esta atitude. Mas falando nos nossos dias: o que é uma mentira? o que é uma fofoca? Se a verdade deixou de lao o absolutismo como podemos encontrar a mentira em meio de tanto relativismo. Acho que a chave hermenêutica está exatamente em como este tipo de ditos e de desditos fazem mal à vida de muitas pessoas.
Nas nossas comunidades eclesiais eu vejo cada vez mais a multiplicação deste tipo de dinâmicas perniciosas que ajudam a neoliberalizar as relações, fragmentar todo sentido comunitario e transformador. Se estivessemos no tempo de Lutero, na época medieval, poderiamos dizer que o diabo se apoderou de nossas comunidades e está operando e instalando seu governo em meio nosso. Mas podemos, com muita fé em Deus, dizer que o qu eacontece nesta realidade é que existem muitos interesses em nossas comunidades que não estão muito preocupados com o cristianismo. Encontramos muitos presbiteros parte de instituições "paralelas" que tentan "usar" nossas paroquias e comunidades como um "aparelho" para seus fins pessoais e políticos.
Mas muitos obreiros/as parece que estamos acostumados a fazer "cara de pôquer" e de não destapar esta semvergonhice e "falta de cultura" que acontecem e nossas comunidades, antes parecemos autistas e nos resguardamos e rebuscamos algum texto bíblico ou alguma fábula para continuar exercendo o poder de ilusionistas, perdendo assim o poder profético, anunciador e denunciador que nos foi encarregado pela Igreja de Cristo.
Parece até que estamos esquecendo de algumas partes dos evangelhos, da boa notícia da salvação e fizemos uma alianza com a mediocridade e além disso somos muito criticos com todos os estamentos da sociedade, menos das armas ideologicas da corrupção, do nepotismo e da falta de respeito com a dignidade que encontramos dentro de nossa propria comunidade eclesial.
Desta forma poderíamos, inclusive, pensar que estamos sendo corroídos pelo câncer da mentira, do amiguismo e que perdemos o sentido da verdade evangélica, do anuncio e da denuncia, principalmente com exemplo e compromisso pessoal e comunitario. O que será que resta desta dignidade negociada com salarios e com ausência de personalidade e afirmação a partir do evangelho.
Nos nossos dias acreditamos que cada vez mais seres humanos estamos sendo escravizados pela lógica da mentira (diabólica), pois estamos atrelados à uma realidade mesquinha e sem sentido de vida. Podemos até falar de ética, de meio ambiente, de integridade da criação, mas quando nossos membros não estão em dia com a sua anuidade porque a SOJA tá com o preço baixo, tudo está mal. Podemos até falar de saúde pública mas sempre e quando nosso plano de saúde e de aposentadoria funcione bem.
Quem sabe este tipo de reflexão começe a encomodar a muitos que estão "cômodos" nos "establishment" de muitas organizações cristãs, mas a questão é começar a desconstruir, desetruturar este poder que sustenta os "filhos da mentira" e começar a passar nossas paroquias e comunidades, e por que não nossas igrejas, pela navalha de Ocam (lembrem que Lutero era um acérrimo ocamista). Separar a água do óleo (não é o mesmo que separar o joio do trigo - isto é função de Deus) é função nossa e devemos começar a fazer esta mudança (também de hábitos) em nosso meio com exercícios de transparência e desapego das ferramentas do "poder" que muitos construiram com as "alianças" para "ficar na sua cadeira".
Oração:
Que nosso Deus pai e mãe
nos acompanhe na busca da força para sair
das lógicas diabólicas do comodismo e dos
pactos de mediocridade.
Que nosso Senhor Jesus nos acompanhe
e nos dê cada dia mais força para construir
a partir da claridade e da transparencia que
seu evangelho nos dá de presente.
Que teu Espirito Santo nos acompanhe
e nos alimente na caminhada por um
mundo mais digno e solidario
que nossas igrejas sejam sal
neste mundo que está ficando
sem sabor por que estamos
cada dia mais acomodados
às lógicas daquele que separa
e nos esquecemos do teu poder que
liberta a todos os oprimidos pois tua verdade, teu amor nos fazem livres.
Amém.

viernes, 5 de octubre de 2007

Dios en nuestro Caminar

Muchas veces pensamos que en el camino de nuestra vida estamos solos y no tenemos en quién depositar nuestra confianza, angustia, anhelos y temores.
No importa dónde estemos, ni qué estemos haciendo, ni con quién; Dios siempre está allí al lado nuestro. Muchas veces llorando porque estamos haciendo daño a la vida que él nos regaló con tanto amor en la creación, otras veces, pensamos solamente en nosotros mismos y menospreciamos a nuestros/as hermanos/as. Allí Dios llora a nuestro lado, tomado de nuestra mano nos acompaña y nos incentiva a que busquemos el cambio del rumbo en nuestras vidas para lograr seguir SU camino.
Este Dios que se ha hecho ser humano por intermedio del nacimiento de Jesús, su hijo, que murió por nuestros pecados, resucitó venciendo a la muerte y nos promete la vida eterna, nos acompaña siempre con su Espíritu Santo estando al lado nuestro, consolándonos en momentos difíciles y permitiendo que lo encontremos aún en medio de situaciones que no podemos explicar y entender.
Este caminar puede transformarse en algo más placentero si empezamos a darnos cuenta que Dios jamás nos abandona, ni nos entrega a nuestra propia suerte. Está siempre, siempre a nuestro lado, tomando de nuestra mano, abrazándonos y poniéndose al tanto de que nos pasa.
Si estás en un momento de angustia, desesperación y dificultad pon tu mano en la mano de Nuestro Señor Jesús que Él te ayudará, te consolará y te invitará a que cambies tu vida.
Oración
Querido Dios padre/madre,
yo sé que estás siempre a mi lado y me acompañas
yo sé que muchas veces he cerrado mis oídos,
para no escuchar lo que me decías
por intermedio de otras personas que me
querían ver bien y que me han demostrado
el amor que solo Tú nos puedes dar.
Te pido que me guíes en este momento
de dificultad y de desolación para que
encuentre la serenidad y busque así
cambiar mi forma de vida para poder
acompañar el Cuerpo de Tú Hijo Jesucristo,
la Iglesia en la misión que nos has encargado.
Que Tú Espíritu Santo me guíe y me guarde
de todo temor y temblor. Que pueda confiar en Ti
deshaciéndome de la tiranía del egoísmo.
Gracias por estar acompañandome en este camino
que se hace lindo y placentero a Tú lado.
Amén.

jueves, 4 de octubre de 2007

La formación continua del cristiano – El catecumenado permanente

Todos los años niños/as y adolescentes se acercan a la Iglesia (o son acercados por los padres) para hacer la doctrina de la 1ra Comunión y de la Confirmación. Nosotros vemos la necesidad de aclarar algunos términos de los “por qué” de este espacio educativo en el ámbito de la Iglesia.
- La 1era Comunión: es un momento en el que se hace hincapié en los contenidos básicos del cristianismo y en los significados del Bautismo y de la Santa Cena. Estos contenidos son los mismos que padres, madres y padrinos/as se han comprometido a enseñar a los/as niños/as durante el Bautismo. Así que en verdad esta catequesis es una ayuda para las familias, pues si estas hubieran hecho sus deberes dejaría de ser necesario hacerla. Es rol de la familia empezar a poner los/as niños/as en el camino de la Fe, la comunidad cristiana es una ayuda para esta. La Escuela Bíblica Dominical también es una herramienta muy útil para las familias pues las auxilian al hacer el contacto con la Palabra de Dios.
- La Confirmación: es el momento en que la persona se interroga acerca de las especificidades de la Fe Cristiana a partir de la óptica confesional luterana. Es donde aclaramos nuestra pertenencia a ESTA Iglesia dentro de los parámetros del luteranismo. Allí trabajamos las posibilidades de la interpretación de la Fe con la realidad y también los escritos cristianos y luteranos más importantes. Sería como una gran introducción a la vida cristiana.
Pregunta: ¿Termina allí la doctrina (o catequesis)?
Es deber y necesidad de cada cristiano seguir perfeccionándose buscando actualizar sus conocimientos acerca de la Fe y de la vida como seguidores de Cristo. Así que la doctrina es algo como los primeros pasos, en donde uno recién empieza.
Pregunta: ¿Es igual la doctrina en otras iglesias?
Otras Iglesias cristianas tienen otros enfoques distintos, aunque se comparten contenidos básicos del cristianismo. El donde uno hace la doctrina tiene que ver en dónde uno está comprometido. Así que aunque pueda haber alguna iglesia cristiana que brinde catequesis cerca de nuestra casa si estamos comprometidos con nuestra iglesia no tenemos motivos para ir a otro lado.
Pregunta: ¿Es obligatorio hacerla?
Si uno está realmente comprometido con su iglesia el hacerla nunca puede llegar a ser una obligación. Si así lo transmitimos a nuestros/as niños/as estamos cometiendo un grave error pues le estamos enseñando que la Fe es algo que uno está obligado a hacer y no algo a que Cristo nos invita. Es la invitación de Cristo para participar de su gracia lo que nos motiva como comunidad cristiana a seguir formándonos y actualizándonos en la Fe y el testimonio.
Por lo tanto si seguimos formándonos y perfeccionándonos en los temas de la Fe automáticamente cuando nuestros hijos/as tengan edad para acompañarnos en este desafío y tarea lo van a hacer con mucha alegría y entusiasmo. Depende de nosotros el alentarlos a seguir nuestro testimonio y nuestro compromiso. Depende de los adultos el acompañarlos y depende de los pastores el auxiliar en este acompañamiento.
En este tiempo de Pentecostés queremos recordar el gran mandato de Cristo a todos los que lo seguían: Vayan pues y bauticen a todas las naciones en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Es así que nos reconocemos y nos proponemos a auxiliar a todos/as a que se acerquen a la pila bautismal para entonces empezar el camino de compromiso y de formación cristiana.
Ahora bien, si muchos de nosotros no teníamos esta concepción de la doctrina como algo continuo y que nunca termina, tenemos ahora la oportunidad de empezar a cambiar nuestro estilo de vida. Podemos empezar a participar de los espacios congregacionales dedicados a la formación continua (Estudios Bíblicos y Estudios Confesionales) y con esto ir multiplicando el conocimiento acerca de nuestra fe y de nuestra vida cristiana.
Que nuestro Señor Jesucristo nos invite cada día a participar más y a perfeccionarnos en el caminar cerca suyo.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Algunas palabras muy importantes para el día de hoy

Para compartir:
Algunos fragmentos muy interesantes de un escrito de Martín Lutero, echo en el año 1524: La necesidad de crear y mantener escuelas cristianas.

"Siempre tendrá que haber gobierno civil. ¿Habremos de permitir que sólo nos gobiernen hombres palurdos y groseros, si podemos enmendar la situación? Sería por cierto una actitud estúpida e insensata. De este modo bien podríamos dejar que los puercos y lobos se constituyan en señores y gobiernen sobre quienes no procuran ser gobernados por hombres. También es perversidad inhumana no pensar más allá de esto: "Nosotros gobernaremos ahora; ¿qué nos importa lo que suceda a los que vienen después?" Semejante gente, que solo busca en el mando su propio beneficio y honor, debiera gobernar a puercos y perros, y no a hombres. Aun cuando se aplicase sumo empeño en educar para el gobierno sólo a personas capaces, doctas y hábiles, con todo habría que esforzarse y preocuparse de que todo ande bien. ¿Qué sucederá si no se hace nada en este sentido?" p. 26

"Aun cuando como hemos dicho no hubiera alma y las escuelas y lenguas no fueran necesarias por causa de la Escritura y Dios, sería motivo suficiente para establecer en todas partes las mejores escuelas,, tanto para niños como para niñas, el solo hecho de que el mundo necesita hombres y mujeres hábiles y capacitados para mantener exteriormente su estado temporal; los hombres, para gobernar debidamente el país y al pueblo; las mujeres, para educar y atender adecuadamente la casa, los hijos y los criados. Pues bien, esos hombres deberán surgir de entre los niños, y esas mujeres de entre las niñas. Por eso, es menester enseñar y educar a los niños y niñas en la debida forma para esa finalidad. Ya dije antes que el hombre común no hace nada, no puede, no quiere, ni sabe. Deberían hacerlo los príncipes y señores; pero éstos se pasean en trineo, beben y asisten a mascaradas, y están muy atareados con eminentes e importantes negocios de bodega, cocina y alcoba. Aunque algunos lo harían con gusto, tienen que cuidarse de los demás, para que no se los considere necios o herejes. Por consiguiente, amados concejales, el asunto queda sólo en vuestras manos, tenéis para esto mejor posibilidad y derecho que los príncipes y señores." p. 34

"Pero tú dices: "Cada uno puede instruir él mismo a sus hijas e hijos,, y criarlos en disciplina". Contesto: Salta a la vista en qué consiste esta instrucción y educación. Aun cuando este tipo de educación se haga a la perfección y con todo éxito, no pasa de cierto decoro superficial impuesto. Por lo demás, siguen siendo los mismos zopencos incapaces de hablar de ningún tema, ni de ayudar a aconsejar a nadie. En cambio, si los instruyésemos o los educásemos en escuelas u otras instituciones donde haya maestros o maestras doctos y capacitados que enseñen idiomas, y otras artes e historia, llegarían a conocer los hechos y dichos de todo el mundo, lo que sucedió a las diferentes ciudades, reinos, príncipes, hombres y mujeres. Así, en poco tiempo podrían colocar delante de sí, como un espejo, el modo de ser, la vida, los consejos, los propósitos, éxitos y fracasos, de todo el mundo desde el principio, en base a lo cual podrían orientar su propio pensamiento y ocupar su lugar en el devenir del mundo, con temor de Dios. Además, de esa misma historia podrían sacar el conocimiento y la sapiencia de lo que debieran buscar y evitar en esta vida exterior, para luego aconsejar y dirigir a otros en consonancia. En cambio, la educación que se efectúa en el hogar, sin tales escuelas, intenta hacernos sabios por experiencia propia. Antes de que se logre, habremos muerto cien veces, y durante toda nuestra vida habremos hecho todo sin reflexión; porque lleva mucho tiempo adquirir experiencia propia." p. 34

jueves, 20 de septiembre de 2007

Somos invitados

La época después del Pentecostés que estamos viviendo es el tiempo en que la Iglesia Cristiana fue construyéndose acompañada y guiada por la palabra de Dios en la antigüedad. Es el tiempo en el calendario litúrgico (hasta el adviento) de cimentar todos los grandes acontecimientos que hemos celebrado hasta acá: Navidad, Epifanía, Cuaresma, Semana Santa, Pascua y Pentecostés.
Esta construcción es algo que se sigue haciendo, pues todos nosotros tenemos el mandato de Dios para tal tarea. Cada uno de los/as que somos bautizados/as en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo es encargado de participar de esta construcción. Muchos vemos esta construcción como concluida y pensamos, por lo tanto, que ya no hay nada para hacer. En la propuesta del Reino de Dios NUNCA podremos decir que ya está todo hecho; lo que si podremos vivir es la finalización de la obra cuando venga Cristo en su última venida. Mientras tanto vivimos en el tiempo del mientras tanto, en la espera activa y constructiva. Somos invitados a participar de diversas formas en nuestra comunidad de fe, así ya lo señalábamos en número anterior cuando hablamos de mayordomía. Si hiciéramos un pequeño recuento de cómo estamos y/o somos comprometidos con lo que Dios nos ha encargado, muchos podríamos decir que usamos la técnica del avestruz – meter la cabeza en un agujero para escondernos.
La gran dificultad que encontramos para comprometernos con la comunidad viviente de Dios, que es la iglesia reside en nuestra propia humanidad pecadora y llena de pecados. Siempre se nos ocurre, antes de ponernos al servicio de la comunidad, mirar quién está a nuestro lado, pues si no es de nuestro agrado “no puede ser que trabaje con él/ella” y ya bajamos los brazos y dejamos todo para que “los otros” lo hagan. Es allí donde Cristo mismo nos está invitando a participar y compartir los dones positivos y que ayuden a construir la comunidad. Si todos miramos nuestras fallas y nuestros defectos podríamos decir que estamos preparados para nada, o sea, nunca haríamos nada en toda nuestra vida, pues siempre nos vamos a equivocar y, quizás, hacer algo que al otro no le guste. Este es el gran desafío del evangelio; hacernos parte de la comunidad de Cristo es algo tan lindo y bueno que uno puede poner los dones de uno al servicio de la comunidad. La comunidad como Cuerpo de Cristo es totalmente invitativa y nos llama cada día a la participación y al compromiso con el hermano y la hermana que están a nuestro lado. Aquél/la que tiene buena voz y ganas de cantar que participe, con este gran don que Dios le regaló, en los Cultos dominicales y también en el Coro; otro/a que tiene ganas de contribuir y poner sus dones al servicio de la gestión de la Parroquia puede siempre ponerse a su disposición; aquél que quiere ayudar visitando enfermos y/o enlutados, participe de un grupo de visitación; aquél/la que quiere ayudar a enseñar aprendiendo el evangelio puede participar de la escuela dominical; o sea, para ayudar a construir este gran edificio que es el Cuerpo de Cristo siempre hay algo que hacer y siempre somos invitados, día tras día. Este Cuerpo del Cristo viviente que es la Iglesia, tu Iglesia te está llamando a participar, a contribuir para que ande cada vez mejor y seguramente en este gran cuerpo cada uno tiene un lugar privilegiado, pues el único que nos evalúa y nos llama cada día más es Cristo mismo. Como decía Martín Lutero: eclesia reformata semper reformanda – iglesia reformada siempre en reforma y los pastores de la Parroquia quisiéramos decir que: Iglesia construida está siempre en construcción y vos, usted, cada uno de nosotros, está invitado/a a contribuir cada vez más en esta gran invitación que nos hace Cristo mismo.

sábado, 15 de septiembre de 2007

¡Si Lutero no hubiera dicho nada!

Imaginémonos que Martín Lutero hubiera quedado callado y el día 31 de octubre de 1517 fuera un día más sin ninguna diferencia. Quizás hoy estaríamos con una cristiandad totalmente distinta de aquél entonces y no hubiera pasado todo lo que pasó. La Biblia seguiría escondida en algún monasterio y muy pocos conocerían la palabra de Dios. Seríamos creyentes de lo que nos dijeran y no podríamos reflexionar cotejando las ideas, la palabra de Dios y la realidad. Hoy, nosotros como Iglesia no existiríamos sino que seríamos parte de alguna otra expresión (esto si fuéramos cristianos, ¿no?).
En muchas familias esto no está muy claro pues pensamos que ser Luterano tiene que ver con nuestro apellido (si tiene alguna ascendencia europea o no). Cómo si fuera posible que la Fe en Cristo pasara por la genética y fuera algo así como que una herencia congénita. En una de las tantas comunidades de la Iglesia (no vamos a decir el país para no herir sentimientos) un pastor preguntó: ¿Y la Biblia de dónde vino?, a lo que un parroquiano contestó muy prontamente: ¡Pero Pastor! ¿No sabe usted Que la escribió Lutero, y en alemán?
Así que muchísimos de nosotros, Luteranos por tradición (o por herencia genética), pasados 490 años de aquél 31 de octubre todavía no nos dimos cuenta de lo que esto significa para nuestros días. La Biblia la tenemos en nuestras casas (¿leerla para qué? ¡que lo hagan los pastores, para esto estudiaron!). Si somos Luteranos, y ¿qué quiere decir esto?
Seguramente ahora empezaron a bailar muchos conceptos en nuestras cabezas. Algunos nos acordaremos algo de la historia de Lutero, otros del catecismo menor que aprendimos en la confirmación, otros alguno que otro texto bíblico y por allí quedamos. Seguro sabemos quién fue el pastor que nos bautizó, que hizo la confirmación, el casamiento y alguna que otra actividad más, pero saber que significa todo esto de: “vida cristiana”, “mayordomía”, “evangelios”, “diaconía”, “sacramentos”, “liturgia”, “trinidad”, “año eclesiástico” entre otros términos tan “complicados” y que solo los saben los/as pastores/as.
Para qué nos vamos a preocupar en aprender acerca de toda la historia de los evangelios y del antiguo testamento, si en la Iglesia incluso algunos “….” hacen estudios bíblicos (¿para qué?). ¿De Martín Lutero? ¿Qué hay para saber?
Mejor hubiera quedado callado Martín Lutero y no hubiera hecho la reforma de la Iglesia para que así hoy no tuviéramos que hacer el esfuerzo neuronal de recordar qué hizo y por qué lo hizo. Mejor no hubiera clavado las 95 tesis en la catedral de Wittenberg (¿las ha leído usted alguna vez?) y hubiéramos seguido en la creencia de poder comprar el perdón de nuestros pecados con un papelito que nos vendían y con esto garantizar la “entrada al Cielo”.
Mejor no hubieran seguido estudiando los teólogos luteranos para así darnos mejores posibilidades de razonar acerca de la Fe y también crecer como pueblo de Dios en esta realidad; puesto que sería mucho más cómodo no pensar acerca de la Fe, simplemente “tenerla” en nuestros corazones un ratito y quizás en alguno que otro domingo.
Así que hermano y hermana, hizo alguna diferencia en su vida que Lutero abrió su boca, puso sus ideas en el papel y las divulgó, que reformó la Iglesia y que hoy tenemos una Iglesia abierta, democrática y que invita a la participación de todos/as sin distinción ni acepción de personas.
Pues si verdaderamente hizo alguna diferencia o hace alguna diferencia tener una amplitud tan grande en nuestra perspectiva de Fe tendríamos que empezar a generar cada vez más comunidades como la nuestra y multiplicar estos dones que Dios ha derramado sobre nosotros, puesto que acudimos a la Iglesia Evangélica Luterana ¿verdad?
Una Iglesia que es cuerpo de Cristo en el mundo, que predica la Buena Noticia (evangelio) desde la perspectiva de aquél loco monje agustino (Lutero) que empezó a querer cambiar las cosas en su tiempo y que como consecuencia de sus dichos y hechos podemos decir que ha surgido la edad moderna, hemos salido de un mundo de la oscuridad y hemos entrado en una edad en dónde la libertad de pensamientos, de expresión y de cambio de mentalidad (conversión) son una constante.
Si, quizás mejor hubiera quedado callado Martín Lutero pues estamos bastante cómodos por no pensar acerca de nuestra Fe, nuestra historia y nuestro compromiso con el Cuerpo de Cristo, la Iglesia.
Que Dios nos bendiga y nos invite cada día más a participar de forma activa de esta reforma de la Iglesia que hace ya 490 años que está en marcha.

viernes, 31 de agosto de 2007

La ceguedad de Saulo – Una sociedad ciega

Cuando Saulo de Tarso se dispuso a perseguir otra vez a los cristianos, se encuentra con el propio Cristo quién lo pone en situación de una ceguera momentánea (tres días estuvo así). Cuando recupera la vista cambia el rumbo de su vida (incluso el nombre – ahora es Pablo) y empieza a ponerse al servicio del Reino de Dios.
Nuestra sociedad también se encuentra en este intermedio de ceguedad (falta de visión), en donde la búsqueda por soluciones a los temas emergentes suelen sugerir un remedio peor que la enfermedad. El endurecimiento de la legislación y una búsqueda desesperada por solucionar brotes de violencia “inexplicables” en los últimos tiempos aparecen como soluciones “mesiánicas” a un tema que va más allá de lo inmediato.
El sentido específico que la mirada desde lo cristiano puede dar a esta realidad puede llegar a compararse al hecho pasado por Saulo – Paulo que enfrentó un cambio drástico de vida y de rumbo cuando se enfrentó con el absurdo de la persecución y muerte a otros seres humanos iguales que él, pero con una perspectiva de fe distinta. Cuando Dios mismo le hizo ver lo que estaba haciendo permitió que pudiera, después, VER la realidad con otros ojos y así tomar una actitud distinta frente a la misma.
El miedo y la desesperación implantados y divulgados en los últimos días, traen a colación una lectura muy simplista de la realidad y nos lleva a buscar, como sociedad, “apagar el fuego con nafta”. Nos preguntamos con toda la apertura del corazón ¿Todo lo que está pasando no tiene nada que ver con la cultura del arreglo? ¿De la corrupción de todos los estamentos de la sociedad? ¿Con el ¡Acá no pasa nada¡?. Una sociedad en donde algunos somos más humanos que otros, pues alcanzamos los beneficios de una sociedad moderna y/o postmoderna mientras otros todavía viven en el tiempo de la pre-modernidad (sin el acceso a los desarrollos tecnológicos y a sus beneficios).
Es tiempo de que nos permitamos sacar el velo de los ojos que impide ver la realidad como es. Niños/as que llegan a la adolescencia (donde adolecen de algo) son encontrados en una realidad que los lleva a la violencia, a las drogas, al asesinato y otras situaciones del estilo. ¿Será que no estamos fallando como sociedad? Pues podemos entregar el fardo a la familia y decir que es una cuestión de falta de responsabilidad familiar. Pero hay situaciones que van más allá del núcleo familiar que puede tener sus problemas específicos. El gran negocio de las drogas, de la prostitución, del tráfico, es mucho más abarcativo que el núcleo familiar en sí que no deja de ser víctima de las consecuencias de los mismos.
Mientras sigamos haciendo marchas para aumentar los castigos (como si con un mayor castigo arreglamos algo) y “sacar” de la sociedad los individuos afectados por aquellos males, nos encontraremos en el mismo camino a Damasco (de Saulo) que buscaba eliminar una comunidad con la muerte. Tendríamos que mirar a nuestro entorno familiar, social, eclesial y comunitario para empezar a sacar las cuentas de cuántas cosas nosotros podríamos estar haciendo para que la situación no estuviera como está. ¿A cuantos de nosotros nos es más fácil condenar que ayudar? ¿Buscamos soluciones o condenaciones? Cuando condenado está el, también enfermo, que hizo el daño, no terminamos con la causa de la enfermedad y otro caerá y hará lo mismo, sino peor. Las soluciones que nos planteamos y son planteadas dejan lejos la posibilidad de encontrarnos con el “cambiado” Pablo, que desecha la experiencia amarga de la cultura de la muerte y busca la cultura de la vida.
Pero para esto muchos/as tendremos que abdicar de muchas cosas para el bien común y la postura frente a la salvajería que se vive tendrá que ver con el reconocimiento del Cristo resucitado que nos invita todos los días de nuestra vida a buscar un modo mejor de vida y una forma más justa de compartir los dones que Él nos regaló. Que con la ayuda de Cristo podamos cambiar el “nombre” a esta sociedad tan insegura por el de solidaria, tan criminal por vital, tan mórbida por vívida y que seamos transformados por esta palabra de vida en nuevos seres humanos, con nuestra práctica diaria a la cual estamos invitados. Qué Dios nos bendiga y nos guarde en su santo amor.

jueves, 30 de agosto de 2007

¿Mirar al Cielo?

Había un muchacho que desde chico se preguntaba: ¿arriba de que parte del cielo vive Dios? Se ponía a orar y miraba hacia arriba, y miraba hacia arriba…Iba a la Iglesia y allí también muchos miraban hacia arriba, y miraban hacia arriba… Un cierto día encontró en sus manos una Biblia y se puso a leerla.
Cuando llegó al texto del libro de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 1:6-11), hizo un ¡gran descubrimiento! En el relato de la ascensión de Jesús, después que se va, se le aparecen “dos varones con vestiduras blancas” a los discípulos y les dijeron:
-- Galileos ¿Por qué estáis mirando al cielo?
Y así entendió lo que había leído en Mateo 28:19-20 que dice: “… id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”
Desde aquel momento no se quedó más mirando al cielo y empezó a predicar la palabra de Dios y a encontrar a Cristo en el hermano y en la hermana que necesita.
Estamos todos invitados por nuestro Señor a no quedar mirando hacia el cielo y salir y hacer discípulos. Como aquel muchacho nosotros también podemos descubrir que el mirar al cielo es algo que deja de lado la realidad y huye de ella. Todos los que seguimos a Cristo debemos tener en claro que Él está con nosotros es el Emmanuel (Dios con nosotros) y que en la fiesta de Pentecostés regaló Su espíritu para que nos diera fuerzas y ánimo de predicar su buena notícia: que ha muerto por los pecados del mundo, ha vencido la muerte resucitando y nos prometió que en su última venida juzgará a vivos y a muertos.
¿Y por casa como andamos? ¿Estamos preparados para predicar el mensaje de la salvación? Martín Lutero hablaba en el Sacerdocio Universal de los Creyentes: allí explicaba que todos/as bautizados/as tenemos el privilegio y la responsabilidad de predicar la Buena Notícia de nuestro Señor. Así que todos/as que somos bautizados/as en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo recibimos el Espíritu de Dios que nos impulsa y nos habilita a predicar su buena nueva.
Así que hermanos y hermanas, dejemos de mirar al cielo y pongámonos a hacer lo que Dios nos ha encargado. Si algunos/as todavía se sienten poco capacitados/as para encarar tal tarea, en la Parroquia podrá encontrar herramientas para desarrollarla.
Que nuestro Dios y Señor permita que cada uno de nosotros pueda buscar el incentivo necesario para cumplir con su mandato principal y hacer crecer cada vez más su cuerpo que es su Iglesia.

miércoles, 1 de agosto de 2007

El colono prodigo

Se cuenta que en una época de la historia un muchacho hijo de agricultor bajo las ilusiones de las metrópolis fue a buscar nuevos rumbos para su vida y para esto exigió que le dieran lo que le correspondía de la herencia para solventar nueva vida. Pasó que no se dio cuenta que en la ciudad tenía que pagar hasta por el agua que tomaba, el techo dónde se albergaba y todo lo que consumía y usaba y al poco tiempo se le fue todo su “capital” malgastado.
Empezó entonces buscar lugar para trabajar; pero como no tenía calificación para el trabajo lo único que logró fue hacer algo que hacía también en su casa (trabajo de la granja): cuidar chanchos. Pero de tan hambriento que estaba se dio cuenta que los chanchos comían mejor que él y entonces se puso en marcha para volver a la casa de su padre (la colonia).
Si este pequeño cuento tiene alguna similitud con la realidad cabe a los/as lectores/as decidir. Lo que sí podemos ver en nuestro entorno que pareciera que aquellos que han dejado lo poco que tenían en la colonia ahora tienen menos todavía y sus tierras ahora están ocupadas (en muchos casos) por árboles estériles (pino) que generan un gran desierto verde. Aparte la rentabilidad es infinitamente menor que se produjera alimentos. O sea, la tierra que dejó el colono pródigo ahora está en manos de alguno/a o de una empresa que no le importa la relación telúrica de la producción de la subsistencia, pero sí la rentabilidad a largo plazo.
Lo que nos llama mucho la atención es que para generar este desierto verde hay apoyo de órganos oficiales e incluso con subsidios que lo permiten. Se hiciéramos una cuenta distinta y realmente nos pusiéramos en la postura del padre del que se había ido y permitiéramos su vuelta a la producción de su subsistencia apoyándolo como realmente es necesario generaríamos una posibilidad distinta en nuestra realidad misionera.
Hay muchos estudios académicos que sostienen que la producción agrícola familiar es mucho más rentable que la cultura extensiva y aparte genera una muy buena distribución de la renta, reactivación de la industria y del comercio, una mejor educación y también mejor estándares de calidad de vida.
Nosotros como cristianos en toda la provincia podríamos comprometernos más, aunque contra nuestros intereses particulares, en generar una vuelta a la producción primaria en la colonia y así mejorar la calidad de vida de muchos niños y niñas que están en riesgo de desnutrición. Por ejemplo si en una cierta ciudad pusieran todas las personas que tienen los planes sociales para hacer grandes huertas y plantar extensiones considerables de alimentos podríamos entonces mermar la dificultad alimentaría de aquellos que allí trabajan, mejorar la calidad de los comedores, llevar mejor comida a los hospitales y otras instituciones necesitadas.
Podríamos poner esta pequeña inversión ($150,00) que hace el gobierno nacional a producir un cambio de vida en toda la provincia y ser modelo de cambio de paradigma a nivel nacional. La tierra es bendecida con la posibilidad de producir alimentos, con el trabajo coordinado es posible, pero pareciera que es mejor tener a todos lo beneficiarios de los planes sociales hambrientos, macheteando caminos, limpiando veredas, mientras podrían estar autoabasteciéndose y produciendo alimentos que mejorarían la vida de muchos y muchos. Todos son invitados a abrir sus mentes y recibir propuestas que cambien nuestra realidad para mejor.
Creemos que Dios nos bendijo enormemente con la tierra que tenemos pero a muchos de nosotros pareciera que es mejor el hambre que la vida.

viernes, 13 de julio de 2007

Un llamado a la unidad de los Cristianos

El bautismo de Jesús. Un llamado a la unidad de los Cristianos
Toda la cristiandad en todo el mundo y en todo lugar es unificada por la práctica del Bautismo. Para los judíos de la época de Jesús, era un rito de purificación realizado antes de entrar al templo y elevar sacrificios a Dios. Lo que parece que puede ser algo que unifica en muchos casos es lo que separa la comunión cristiana. Las diferencias de criterio en torno de esta práctica Sacramental tienen más tintes humanos que primordialmente bíblicos y evangélicos (evangelio = buena noticia). Es interesante que en muchas confesiones cristianas se practique el re bautismo; o sea, que el bautismo realizado por una determinada confesión cristiana (iglesia) no sea aceptado por otra.
Sería como un planteo hipotético que Dios está en una iglesia y en otra no. De esta forma solo aquellos que tienen la certificación de expresa de Dios para realizar el Bautismo Verdadero. Aunque no encontramos en ninguna fuente bíblica esta certificación ni autorización; lo que si encontramos con toda seguridad es el mandato que bauticemos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, nada más que esto.
Creemos firmemente que las divisiones entre los cristianos tienen que ver más con cuestiones humanas y de relaciones de sentido antropológico que de sentidos precisamente bíblicos teológicos.
- Algunos decimos que solo el Bautismo de adultos es válido, entonces si alguna confesión ha bautizado a una persona cuándo era niño tenemos que “rebautizarlo” cuándo adulto.
- Otros decimos que solo nuestro Bautismo es válido, no aceptamos que el espíritu del Dios verdadero esté en otras confesiones que tienen formas distintas de alabar a Dios.
- Mientras que algunos de nosotros creemos que el Bautismo es un acto total de gracia de Dios para con nosotros y no hay intermediación humana en este evento. Que Dios se regala con su Espíritu Santo en el agua y se entrega totalmente al Bautizado.
Si fuera el caso de que tuviéramos que explicar o entender el gran regalo de la gracia de Dios para nosotros en el Bautismo, ni todos los teólogos, intelectuales y predicadores del mundo llegarían a poder encontrar algo valedero. El regalo de Dios para los seres humanos es tan grande que nuestro entendimiento no llega a descifrar todos los misterios de Dios incluidos en él.
Dentro de esta perspectiva muchas confesiones cristianas ya están trabajando en conjunto hace muchos años en el reconocimiento mutuo del bautismo y la aceptación plena del mismo. Para estas confesiones es independiente la edad del Bautizado, es independiente la forma y la cantidad de agua usada, siempre y cuándo se lo haga en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Así que podríamos hacer un esfuerzo como cristianos que creemos en un solo Señor, aunque de formas distintas, y empezar a trabajar en conjunto en cuestiones tan importantes como el bautismo, principalmente para no generar confusión entre aquellos que se acercan a la palabra y al sacramento. Si decimos que el Bautismo en otra confesión cristiana no es válido estamos trabajando con una lógica bastante complicada puesto que estamos diciendo, en el fondo, que Dios allá no está y que solo nosotros tenemos la certeza de la salvación; de la misma forma estamos dándole la razón a aquellos que piensan lo mismo de nosotros.El Bautismo de Jesús es un llamado a la unión de todos/as cristianos/as en el mundo, para que nos unamos bajo el manto sagrado de Nuestro Señor Jesucristo.
Pastor Clóvis Elói Kurtz