jueves, 8 de noviembre de 2007

La resurrección – tema candente en nuestra actualidad

Es muy interesante ver en este texto la reflexión que hace Jesús en cuanto al planteo de los saduceos (que sostenían que no había resurrección). Desde el ámbito de la lógica del casamiento hebreo el planteo está perfecto y a partir de allí Jesús les contesta mostrándonos, así, que la promesa del Reino de Dios y de la resurrección está afuera de las lógicas que nosotros, los seres humanos en nuestra realidad pecadora, podamos concebir.

No tiene una explicación dentro de nuestra lógica pues esta promesa de resurrección y del Reino de Dios instaurado en el medio nuestro transforma toda nuestra lógica y realidad y estaremos, entonces, dentro de un ámbito totalmente distinto y que, seguramente, no podremos explicar. ¿No es bueno esto?

Acá se presenta el gran problema: Si nosotros no lo podemos explicar de acuerdo con NUESTRA lógica (como los saduceos), se nos complica la situación.

- ¿Quiénes de nosotros estaríamos dispuestos a entregar nuestro futuro en manos de una propuesta que no conocemos y no la podemos razonar ni explicar de acuerdo a las construcciones lógicas, intelectuales y racionales que hay en nuestro medio?


- ¿Quiénes de nosotros no tenemos nuestras preguntas en cuanto a lo que quiere decir “en serio” la palabra de Dios y todo esto de la promesa de la resurrección?


- Cuantas veces nos encontramos en el culto y escuchamos que Cristo va a venir de nuevo y/o decimos en el credo que va a venir a juzgar a los vivos y a los muertos y ¿lo hacemos de forma automática? Sin siquiera darnos cuenta que este es el principio fundamental de la Fe Cristiana.


El parámetro marcado por Jesús a los saduceos (Lucas 20:27-38) hace una gran diferencia entre el creer en la propuesta Cristiana o no, puesto que si tenemos bien en claro que esta resurrección será hecha a partir del juicio final y, como decía Martín Lutero – “dónde y cuándo Dios lo quiera”.

La fe de Job y también el llamado a los Tesalonicenses nos hacen pensar que muchas veces tendríamos que tener más ganas de alentarnos con las palabras de la promesa de la resurrección y empezar a dejar de explicar tanto para así fomentar una fe con más fortaleza y seguridad en este Cristo que ha resucitado y nos marcó el camino.
No es para menos que todos los días aparecen muchas propuestas que no tienen que ver con Cristo y que prometen muchas “seguridades” y “certezas” que están más fundamentadas en la lógica humana y pecadora que en la misma palabra de Dios.

El Dios de Cristo es un Dios de vivos que promete más vida y de la mejor forma posible, tenemos que empezar a dejar las ataduras de nuestros pensamientos conectados con las propuestas de la muerte y la muerte misma, para así empezar, a partir de la fe en la resurrección, construir justicia, paz y contribuir para una sociedad más digna en este tiempo del mientras tanto venga el Señor.


Y como decía Job: (Job 19:23-27ª)
Yo sé que mi Defensor está vivo, y que él, el último, se levantará sobre el polvo. Tras mi despertar me alzará junto a él, y con mi propia carne veré a Dios. Yo, sí, yo mismo le veré, mis ojos le mirarán, no ningún otro.



Que la paz de nuestro Señor Jesucristo sea con Uds. ahora y siempre amén.

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