martes, 25 de junio de 2013

Un pueblo acostumbrado a tener la cabeza gacha y el gobierno de las cruces – una reflexión para el próximo domingo 30 de junio, día de elecciones en la provincia de Misiones.




La última semana la provincia fue nuevamente sacudida con la noticia de una tragedia. Algo que se venía venir y quienes tendrían que haber tomado cartas en el asunto hasta ahora no han hecho nada más que desviar el asunto y hacer promesas de campaña electoral.


Pero no es de admirarse que estas situaciones de injusticia perduren, mientras en el día de hoy una familia esté llorando la pérdida de un adolecente de 14 años, víctima del descaso y de la falta de responsabilidad gubernamental y de la ganancia de empresas yerbateras (de acuerdo con el gobierno de turno para explotar a la pobreza y generar más miseria todavía); hay un gobernador que está muy contento pues además de haber auto aumentado el sueldo a más de 80 mil pesos, logró hacer de la tragedia un negocio que le va rendir otro tanto a sus amigos “empresarios”. El anuncio sale hasta en medios nacionales como repercusión de algo bueno. Un gobierno que compra colectivos viejos que no están más habilitados a transportar personas (por el mismo estado) para ponerlos a transportar personas (aunque suene absurdo es lo que anunciaron:”El Gobierno de Misiones ahora pondrá micros para los trabajadores de la cosecha” -Tras la muerte de ocho cosecheros, el gobernador Closs anunció que comprará viejos colectivos urbanos para trasladarlos.) tiene todas las características de un gobierno a quien no le interesan las personas, sino los buenos negocios que puede hacer. Son ya ocho nuevas cruces en los cementerios de Misiones, dos de las cuales son de niños de 12 y 14 años respectivamente. 

De cruces este gobierno es un especialista, no hace mucho tiempo se anunciaba la construcción de una enorme cruz con fines turísticos, en el acto de inauguración de la misma uno de los dirigentes políticos del poder de turno afirmó que “cumplimos con un deseo póstumo de los jesuitas que no concluyeron su obra, (…) nosotros si lo hicimos”; haciendo de una mega obra (La cruz hueca de Santa Ana) sin sentido un espejo de lo que significa la religiosidad. Escandalosamente algunos religiosos allí estuvieron para “legitimar” el acto. Decía Michel Foulcault: “el mal siempre necesita del simbolismo religioso para autojustificarse”.

Lo más escandaloso de las cruces aparece en pleno centro de Oberá, en pleno tiempo de Cuaresma (tiempo de contrición y reflexión para el cristianismo) el gobernador ha inaugurado un emprendimiento lujoso que se dedica al engaño y a sacar dinero de la pobre gente. Si el Casino de Oberá (o el Hotel Casino de Oberá).

La fachada vista de un poco lejos muestra claramente la analogía con el monte del Gólgota (de la calavera) en donde fue crucificado Jesús. La cruz central con la aureola (semicírculo superior) simboliza la de cristo, las dos laterales (izquierda y derecha) la de los ladrones que fueron también allí crucificados. Un aliento es que la de los ladrones (justo en el casino) sean las más grandes. Otra de las obras grandes apoyadas por el gobierno de turno (aunque privada – supervisada por el poder público por la concesión) con la presencia en su inauguración del mismo gobernador.

Se puede interpretar de varias formas este “joya” arquitectónica. Una por la justificación del mal con simbología religiosa y otra como una cargada a la cantidad de cristianos que hay en Oberá, ninguna de las dos nos favorece, pero que otra explicación encuentran para poner cruces en un Casino (¿un lugar de juegos?), ¿ah, puede ser la de los soldados que jugaron las suertes sobre la túnica de Cristo, después de crucificarlo?

Como muy pocos ciudadanos miran para arriba en esta provincia pues  la gran mayoría está acostumbrada a decir “si señor”, “gracias señor” y a hacer pleitesía a la corrupción endémica instalada en nuestro medio; no han podido visualizar tamaño escándalo tanto en lo simbólico como en lo significativo. Quizás sea momento de empezar a levantar la vista y no aceptar más este tipo de situaciones y de escándalos. ¿Qué dice Usted?

Por mi parte estoy cansado de ver tanta injusticia, tanta muerte injustificada y tanta plata puesta en obras que no tienen ningún sentido, más que enriquecer a algunos/as. Si hubiera tantos cristianos en esta provincia seguramente la realidad sería otra, ¿no? Pero bueno, que no sea la próxima una cruz de injusticia puesta sobre la cabeza nuestra.

Que Dios los bendiga y nos ayude a discernir y votar de acuerdo a nuestra conciencia y para el bien común el próximo domingo.

Pastor Clóvis Elói Kurtz

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